Hay cosas o historias misteriosas o extrañas que han pasado, pasan y seguirán pasando a lo largo de la vida humana. La explicación es bastante simple; aunque muchos se confunden por seguir tradiciones obsoletas o ser fanáticos religiosos o de creencias que desprecian a la ciencia o a la realidad de los hechos comprobados.

Todos los humanos, sin excepción, vamos a morir. La única diferencia es de que forma y cuando vamos a morir; pero de que vamos a morir eso es un hecho inevitable.
Asimismo, volviendo a la explicación de algunas cosas sobrenaturales que pasan en nuestras vidas es debido a que todos los humanos somos seres espirituales viviendo una vida humana temporal. Por ello cuando morimos se dice que nuestro cuerpo físico (el cual se destruye); pero nuestro espíritu se va a un mundo espiritual el cual todavía es tema de discusión en personas que pertenecen a alguna religión o institución filosófica.
En este Blog que reinicia mi ausencia de un lustro de este blog de Misterios, lo hago con el caso 101 y es el reinicio de muchas historias por compartir; pero antes de seguir quiero compartir algunos pensamiento históricos que nos invitan a una profunda reflexión filosófica de la vida humana ya que parecen actuales:
«¿Que esta pasando a nuestros jóvenes?. Ellos no respetan a nuestros ancianos y desobedecen a sus padres. Ellos ignoran la ley. Ellos se rebelan en las calles con nociones salvajes. ¿Que les esta pasando?» (Platon 427-347 A.C.)
«Nada es mas impredecible que la multitud, nada mas oscuro que la opinión publica, nada mas decepcionante que el entero sistema político.» (Ciceron, 106-43 A.C.)
«La gran sabiduría es generosa; la pequeña sabiduría es contenciosa. El gran discurso es apasionado, el pequeño discurso es cascarrabias.» (Zhuangzi, 369-286 A.C.)
«Es mejor ocultar la ignorancia; pero es duro hacerlo cuando nos relajamos con vino.» (Heraclitus, 540-480 A.C.)
«Rápidamente, traime un vaso con vino, así yo puedo mojar mi mente y decir algo inteligente.» (Aristofanes, 456-386 A.C.)
Ahora si , luego de esta larga introducción vamos a ver la historia extraña de hoy:

Un musical de Broadway de 1928 tuvo como protagonistas a Richard Rodger (derecha arriba) y Lorens Hart, quienes en plena racha de éxito terminaron su obra bruscamente.
La obra se llamaba «The son of the Grand Eunuch» (El hijo del gran eunuco). Los eunucos eran hombres fuertes que se encargaban de cuidar mujeres de la nobleza y por ello eran castrados para que no pudieran tener relaciones sexuales con dichas mujeres.

Rodgers y Hart establecieron su historia en la china antigua. El emperador gran eunuco Li-Pi-Sao le dijo a su hijo: Li-Pi-Tchou para que el tome su trabajo; pero Li-Pi-Tchou estaba en amor con una bella mujer Chee-Chee y no quería ser castrado; pues aspiraba a casarse con ella y tener hijos.
Así los amantes huyeron y se embarcaron en una serie de desventuras donde chee-chee tuvo que entregarse a varios ladrones y matones sexuales para poder mantenerse unida con su amor Li-Pi-Tchou.
Cuando esta obra musical se quizo estrenar en londres ellos le cambiaron el titulo de «The son of the Grand Eunuch» (El hijo del gran eunuco) por el de «Chee-Chee = Nasty! Nasty!»
Hay que notar que por esos años (1928) los fanáticos religiosos cristianos abundaban en Inglaterra (londres) y del reino unido en general. Asimismo recuerden que los norteamericanos en sus inicios son descendientes de personas del reino unido los cuales venían con su rifle en una mano y su biblia en la otra. Con su rifle para matar a los indios piel roja que no hacían lo que ellos querían y la biblia, con la otra mano, para practicar la justicia, amor y solidaridad con los vivos que se sometían a sus bendiciones.

Allí les dejo esta historia como introducción. Espero que les guste y sino «#1#5$!$8@0@^-^%y%&m&***». Por otro lado, espero mantenerme activo en este y otros blogs aunque ya no tenga dinero para pagarlos; aunque espero que mis amigos del mas allá me ayuden a lograrlo; mientras tenga vida humana. Cuando pase al mundo de los espíritu ya tendré otras funciones que hacer, mientras tanto:
Hasta siempre: Carlos Tigre sin Tiempo (C.V.P.)